viernes, 8 de marzo de 2024

La Ley de Dios

    Para conservar la gracia santificante hasta la muerte, que nos eleva al orden sobrenatural, Dios nos dona unos preceptos para conseguirlo.


1-Ley natural

    Impresa por Dios en la naturaleza humana, en nuestro corazón. Son normas morales claras y elementales. Se divide en:

  1. Preceptos primarios y universales. Son evidentes para cualquiera con uso de razón: (P.Ej. Hacer el bien y evitar el mal)

  2. Preceptos secundarios. Provienen de los preceptos primarios, se aceptan sin ningún razonamiento especial (P.Ej. El Decálogo)

  3. Conclusiones remotas. Parten de los preceptos primarios y secundarios y se necesita un razonamiento más o menos profundo para su conocimiento: (P.Ej. El matrimonio es indisoluble, el aborto procurado es ilícito)


2-Ley divina positiva

    Expresada de forma evidente por Dios en la revelación, por dos motivos: el hombre tiene oscurecida la razón y no llega a discernir lo correcto; el hombre debe conocerla porque está destinado al orden sobrenatural. Su característica es que evoluciona a lo largo del tiempo hasta la llegada de Cristo:

  1. En tiempos primitivos, antes del Decálogo existían preceptos rudimentarios: santificar el sábado, unidad del matrimonio, circuncisión. Estuvieron vigentes en el pueblo israelita hasta la promulgación del Decálogo.

  2. Ley Mosaica, desde la promulgación del Decálogo hasta la llegada de Jesucristo. El Decálogo es universal y afecta a toda la humanidad. Los preceptos judiciales y ceremoniales d ella Ley mosaica solo afectaban al pueblo judío y fueron abrogados por Jesucristo, culmen de la revelación de Dios al hombre.

  3. La Cristiana, promulgada por Cristo y sus apóstoles. Sus propiedades son: universalidad, para toda la humanidad; inmutabilidad, hasta el fin de los siglos. Obligan desde la aceptación de la fe y el bautismo


3-Leyes de la Iglesia

    La Iglesia puede imponer preceptos para el mejor cumplimiento de la ley divina. En general se dividen en:

  1. Mandamientos de la Santa Madre Iglesia: oír misa los días festivos, confesión anual o en peligro de muerte, comunión pascual, ayunos y abstinencias, ayudar a la Iglesia en sus necesidades.

  2. Derecho canónico, conjunto de preceptos que persiguen la salvación de las almas (salus animae), describe las obligaciones y derechos de los miembros del Pueblo de Dios.


Bibliografía

Royo Marín, A., Teología de la Salvación, (BAC, Madrid 1965) 93-95

jueves, 15 de febrero de 2024

El ateísmo moderno

    El ateísmo contemporáneo es un ateísmo de postulado teórico-práctico. El ateísmo práctico postula una vida como si Dios no existiese (Etsi Deus non daretur). El ateísmo teórico intenta aportar pruebas de su no existencia. Se niega a Dios como punto de partida y se pretende reafirmar al hombre y al mundo. Sin embargo el ateísmo no es una actitud originaria, ya que lleva implícito cierto conocimiento de lo que se niega. Con estas premisas el ateísmo moderno se puede clasificar en tres grandes grupos: ateísmo naturalista, ateísmo antropológico y ateísmo ontológico.

    El ateísmo naturalista no admite más realidad que la materia, en sus dos vertientes: científico, basado en la ciencia positiva; y el marxista, basado en la autonomía del hombre como ser que se crea a sí mismo. El ateísmo antropológico considera al hombre como máxima expresión del ser. Incluye las diferentes corrientes existencialistas, entendiendo la existencia como experiencia vivida. Elemento fundamental es la consideración de Dios como oposición a la libertad humana. El ateísmo ontológico no se pregunta por el hombre, sino por la realidad como tal. Para ello parten de la negación de la metafísica que no la consideran ciencia y se aferran a la ontología que al recoger el sentido profundo del ser, llega al fondo de cuestiones filosóficas. La idea básica es que por encima del espíritu humano no existe un Dios soberano.

    Los diferentes tipos de ateísmo tienen unas características comunes: inmediatez, en cuanto que es punto de partida desde la que se desarrolla toda actividad social; universalidad, en cuanto que envuelve las masas; positividad y constructividad, como punto de partida del hombre que toma posesión de sí mismo, echando fuera de si y de la sociedad toda conciencia de Dios.


viernes, 26 de enero de 2024

Ando por mi camino, pasajero

 

 

Ando por mi camino, pasajero,
y a veces creo que voy sin compañía,
hasta que siento el paso que me guía,
al compás de mi andar, de otro viajero.

No lo veo, pero está. Si voy ligero,
él apresura el paso; se diría
que quiere ir a mi lado todo el día,
invisible y seguro el compañero.

Al llegar a terreno solitario,
él me presta valor para que siga,
y, si descanso, junto a mí reposa.

Y, cuando hay que subir monte (Calvario
lo llama él), siento en su mano amiga,
que me ayuda, una llaga dolorosa.

 
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,
por los siglos de los siglos. Amén.

José María Souvirón

 

lunes, 8 de enero de 2024

Descartes demuestra la existencia de Dios

Ateísmo metodológico

     Descartes parte del argumento ontológico de San Anselmo y de la duda metodológica. Afirma que todo lo que se conciba con claridad y distinción será verdadero. En el caso de Dios como idea de lo más perfecto que podamos concebir, es universal. Descartes no parte del dato de fe para llegar al conocimiento del Absoluto, sustancia infinita. Por eso se denomina a su método ateísmo metodológico, ya que de forma consciente prescinde de Dios para llegar a Él por la razón especulativa. La existencia de Dios es necesariamente real ya que se concibe a Dios como el ser omniperfecto y sería una imperfección su inexistencia. Descartes va más allá al afirmar que la existencia real es necesaria, siendo el único ser con esta característica, por lo que es parte de su propia esencia. Se define así la esencia de Dios como el conjunto de todas las perfecciones, incluida su existencia.

    Respecto a la duda metodológica, llega a la conclusión de que es la postura correcta del ser finito ante su entendimiento. El ser finito no puede justificar su capacidad de pensar, sin embargo la existencia de un ser cognoscente distinto del humano es quien va a garantizar la verdad y certeza de nuestros conocimientos.


martes, 12 de diciembre de 2023

Búsqueda racional de Dios

U.D.I.1a Búsqueda de Dios en la Historia


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 U.D.I.1b Búsqueda de Dios en la Historia 



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U.D.2 Búsqueda cultural de Dios


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U.D.I.3a Dios en la historia de la filosofía

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U.D.I.3b Dios en la historia de la filosofía

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U.D.II.1 Condiciones antropológicas de la afirmación de Dios

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U.D.II.2 La demostración de la existencia de Dios

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U.D.II.3 Argumento ontológico de San Anselmo


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U.D.II.4 Las vías de Santo Tomás de Aquino

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 U.D.II.5 Pruebas de la existencia de Dios por la conciencia moral







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U.D.III.1 La naturaleza de Dios. Su cognoscibilidad













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U.D.III.2 Lenguaje humano sobre Dios









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U.D.III.3 Relación de Dios con el mundo. Panteísmo










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U.D.III.4 La acción de Dios en el mundo. Creación y conservación









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U.D.III.5 El problema del mal. Perspectivas filosóficas










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U.D.III.6 Tipología del ateísmo contemporáneo.




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sábado, 25 de noviembre de 2023

Apuntes catequesis

 CATEQUESIS DE ADULTOS - Pastoral Penitenciaria

 

    Estos apuntes están orientados a los adultos de la Pastoral Penitenciaria que van a recibir tanto los sacramentos de iniciación (Bautismo, Confirmación, Eucaristía) como los restantes. 

 

Guía del catecúmeno (v.1.12.23)


Guía del catequista (v.22.03.24)










sábado, 4 de noviembre de 2023

Soneto a Cristo crucificado

 

Cristo Crucificado 1632 by Diego Velazquez

Soneto a Cristo crucificado

No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.