sábado, 20 de mayo de 2023

La Santísima Trinidad: misiones, procesiones, relaciones, apropiaciones y perichoresis

Misión

     La noción de misión implica una relación entre una persona que envía y otra que es enviada y que depende de la que envía activamente. Si falta la persona que envía, o el enviado, no puede hablarse de «misión».

    «El hecho de que alguien sea enviado revela que el enviado procede de alguna manera de quien lo envía, bien sea por modo de mandato, que es como el Señor envía al siervo; bien por modo de consejo, y así se dice que el consejero envía al rey a la guerra; o también por modo de origen, como al decir que el árbol envía o emite la flor»

    Las misiones trinitarias no revelan imperfección, no se envía mandando, lo que supondría superioridad, cuando afirmamos que las personas divinas son iguales. Tampoco aconsejando, lo que implica cierta prestancia (conocimiento) del que envía. El término adecuado sería originando, que implica un inicio de quien envía. 

Procesión

    La procesión de la persona divina es lo que constituye su propia persona, diferente a las demás. La misión implica una procesión eterna con un efecto temporal, con un principio y un fin, ya que la persona divina en su origen es eterna. Por lo tanto la procesión es causa de la misión.

    La procesión inmanente indica que permanece en aquél del que procede desde la eternidad, referido al Hijo y al Espíritu Santo respecto al Padre.

    Las procesiones intratrinitarias son dos: la del Hijo y la del Espíritu Santo. El Padre no procede de nadie, es el no engendrado (agennetos).

    El Espíritu Santo es definido en la teología occidental, como soplo, espiración (spiratio) y en la teología oriental, simplemente procesión (ekpóreusis).

    El modo de proceder del Espíritu Santo hasta el cisma de occidente se definía de dos formas : entre los padres griegos y latinos se definía como del Padre a través del Hijo (a Patre per Filium) y en occidente del Padre y del Hijo (a Patre Filioque). Desde San Agustín en occidente prevalece del Padre y del Hijo (a Patre Filioque), que al principio oriente lo aceptó, pero que hoy lo excluye.

Relaciones

     Existen cuatro relaciones mutuas y reales: paternidad, filiación, espiración activa y espiración pasiva.

    El Padre e Hijo tienen una relación de paternidad y filiación. El Padre e Hijo dan origen al Espíritu Santo (espiración activa) y en el Espíritu Santo respecto al Padre e Hijo hay una relación de espiración pasiva.

Apropiaciones y perichoresis

    Por apropiación entendemos la atribución a una persona o cosa del carácter o cualidad que determina de modo especial a esta persona o cosa. En la Escritura se indica que existen la una en la otra, en comunión de vida, en una inhabitación recíproca. San Juan afirma la unión en el ser y en el obrar entre Padre e Hijo. Hay una misteriosa relación de co-presencia llamada perichoresis, immansio, circumincessio, representa la unidad de la esencia divina. Dios trino es una realidad dinámica.


Bibliografía

Instituto Internacional de Teología a Distancia., Dios, Uno y Trino, (Ediciones Universidad San Dámaso, Madrid 142014)

N. Silanes, en: https://mercaba.org/DIOS%20CRISTIANO/M/mision_misiones.htm (08/10/2022)