sábado, 22 de junio de 2024

Apuntes básicos sobre Evangelización

    En la naturaleza humana hay un deseo irreprimible hacia la divinidad. G.K. Chesterton, nos dejó la frase: “Cuando se deja de creer en Dios enseguida se cree en cualquier cosa”. A nivel religioso hay tres grupos de personas:

  • Las que nunca han oído hablar de Jesucristo

  • Las que le conocen y viven su fe con fervor

  • Las que le conocieron pero ahora viven con tibieza su fe

    Antes de nada hay que saber distinguir entre Evangelio y Biblia. Evangelio, significa Buena Nueva, la Biblia es el conjunto de libros que contienen el Evangelio, en la Tradición hay parte del Evangelio que no recoge la Biblia. Jesús dijo a sus apóstoles “id por el mundo y proclamar el Evangelio”, no dijo que proclamaran la Biblia. La raíz de la lógica misionera es el “primado de la gracia”. Dios se anticipa al hombre:

  • En su iniciativa con la Revelación

  • Antes de la respuesta del hombre. La gracia divina es un don que tiene toda persona en su interior.

    Lo principal es el anuncio explícito de Jesucristo, pero cuidado, Dios es trinitario. La conversión la hace Dios, nosotros acompañamos, ponemos palabras a su acción y damos a conocer lo que Dios ha puesto en su corazón, de antemano. El evangelizador no convierte, es Dios con su gracia el que lo realiza. A tener en cuenta dos errores que hay que evitar:

  • La fe no es un conjunto de razonamientos, ajena a las circunstancias de la persona.

  • La fe no es sentimentalismo, no hay conversión solo con las propias fuerzas.

Itinerario a tener en cuenta

    Pasos a seguir para el no creyente: Primer anuncio (etapa misionera) → Pre-catecumenado (para preparar el bautismo) → Catecumenado ( para recibir sacramentos).

    Para el creyente: Primer anuncio (etapa misionera) → Pre-catequesis (actualizar interés por el Evangelio) → Catequesis (profundizar y madurar la fe)

¿Cuál es el primer anuncio?

- Dios nos quiere

- Por el pecado original nuestra naturaleza ha quedado dañada: tendemos a pecar y a no valorar la grandeza del amor del Padre. La relación hombre-Dios quedó dañada.

- Jesucristo, vino a rescatarnos y a re-establecer de nuevo la relación con el Padre

- Para aceptar el amor del Padre tenemos que dar un paso adelante y seguir a Jesucristo, profesar nuestra fe en Él.

Vivir deja huella

    El hombre persigue la plenitud en su vida, intenta tener lo máximo a nivel personal, ser inmensamente feliz, pero aparece una gran paradoja: no consigue nunca ese máximo que le pide su corazón, le acecha siempre el dolor, la enfermedad, la muerte.

    Esta paradoja solo se resuelve saliendo de la autosuficiencia pidiendo ayuda a un amigo, a un conocido, en definitiva dejando de ser el centro de su vida. Jesucristo es

  • el camino, hay que ajustar la vida humana a Él, nuestra vida debe llenarse de Jesucristo

  • la verdad, porque desvela la verdad del hombre, su autosuficiencia es falsa.

  • la vida, porque muestra la auténtica felicidad que el hombre anhela

Un trayecto para acoger el Evangelio

    El dinamismo que lleva a la acogida del Evangelio, suele seguir unos pasos tanto para creyentes con fe apagada como para no creyentes:

  1. Conócete a ti mismo. Atrévete a salir de tu rutina. Valora tu vida

  2. ¿Cuál es el sentido de tu vida? Reconocer que no eres dueño de ti mismo ni de tu vida.

  3. Activar la capacidad divina que posees. Las respuestas vienen fuera de la autosuficiencia

  4. Anunciar a Jesucristo. Él te dará todas las respuestas a tu vida y así entenderás porqué la vida es así.

  5. Acogida del Evangelio. El oyente ahora posee tres nuevos elementos:

    • Se siente rescatado del pecado, del vacío interior, del aislamiento. 
    • Se siente inclinado al amor divino, desea participar en el amor del Padre
    • Quiere seguir a Cristo y bautizarse

Pedagogía del primer anuncio

    No hay evangelización si no se anuncia de forma explícita a Cristo. El evangelizador para ello sigue los siguientes pasos:

  • Presencia, estar con la gente, compadecer[1] al prójimo, escuchar, estar con él, reconocer en él a Jesús sufriente, Jesucristo también lo salvó a él.

  • Testimonio, de la propia vida del evangelizador, lo que ha representado Jesucristo en su vida, lo que supone participar en la Iglesia, la alegría de la caridad y darse a los demás.

  • Diálogo, compartir los interrogantes de la vida y el sentido de la vida, que luz aporta el Evangelio de Jesucristo en esos interrogantes.

  • Anuncio explícito del misterio de Jesucristo, es la novedad radical que cambia la vida. Este anuncio además de informativo debe ser performativo[2].

Conclusiones

→ El primer anuncio no es un conjunto de palabras mágicas que resuelven todo.

→ Suscitar la fe del no creyente o revitalizar la fe del creyente, tiene su origen en la primacía de la gracia divina, es Dios quien actúa primero. Hay que proponer el Evangelio para favorecer la acción del Espíritu Santo.

→ El Espíritu Santo actúa en la vida de las personas y en sus circunstancias, favoreciendo en todo momento el encuentro del hombre con Jesucristo. También ayuda al evangelizador en su labor.

→ La relación entre evangelizador y no creyente nunca debe ser de superioridad, estamos en el mismo plano. Lo importante es reconocer en el no creyente a Jesucristo y como actúa el Espíritu Santo en su vida.

→ Si no hay predisposición no hay diálogo, no merece la pena gastar energía. Puede que para él no sea el momento adecuado para acoger el Evangelio.

 

Bibliografía

Carvajal Blanco, J.C., Pastoral del primer anuncio, (Ed. Universidad San Dámaso, Madrid, 20232)

 

Notas

1Compadecer, con-padecer, estar al lado del que está sufriendo o pasándolo mal.

2Performativo, debe contener la acción