A continuación se detallan algunos argumentos bíblicos que iluminan
determinadas cuestiones que desde otras religiones se lanzan contra los
católicos.
¿Es suficiente confesarse directamente con Dios?
- Desde el Antiguo Testamento se indica como pedir
perdón a Dios por las ofensas: “Entregará para el Señor su
sacrificio de reparación: un carnero sin defecto, según valoración,
como sacrificio de reparación. El sacerdote hará por él la
expiación delante del Señor y le será perdonada cualquiera de
las faltas de las que sea culpable” (Lv 5,25-26). No era un acto
privado, sino que mediaban los sacerdotes.
- En el Nuevo Testamento: “Jesús repitió: «Paz
a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu
Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan
perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos». (Jn
20,21-23)
- La Iglesia primitiva siguió este mandato:
“Muchos de los que habían creído venían a confesar y
declarar públicamente sus prácticas mágicas (malas obras).” (Hch
19,18)
- San Pablo nos indica que la confesión tiene
origen divino: “Todo procede de Dios, que nos reconcilió
consigo por medio de Cristo y nos encargó el ministerio de la
reconciliación. Porque Dios mismo estaba en Cristo reconciliando
al mundo consigo, sin pedirles cuenta de sus pecados, y ha puesto en
nosotros el mensaje de la reconciliación. Por eso, nosotros actuamos
como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo exhortara por
medio de nosotros.” (2 Cor 5,18-20)
¿Prohíbe la Biblia casarse a los sacerdotes?
- Es un don especial, recomendado para
quienes son llamados al servicio del reino de Dios: “Pero él les
dijo: «No todos entienden esto, solo los que han recibido ese don.
Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los
hicieron los hombres, y hay quienes se hacen eunucos ellos mismos por
el reino de los cielos. El que pueda entender, entienda» (Mt 19,
11-12)
- Pablo indica su conveniencia: “Quiero
que os ahorréis preocupaciones: el no casado se preocupa de los
asuntos del Señor, buscando contentar al Señor; en cambio, el
casado se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su
mujer, y anda dividido. También la mujer sin marido y la soltera se
preocupan de los asuntos del Señor, de ser santa en cuerpo y alma;
en cambio, la casada se preocupa de los asuntos del mundo, buscando
contentar a su marido”. (1 Cor 7, 32-34)
¿El purgatorio tiene fundamento bíblico?
- Jesús dijo: “En verdad te digo que no saldrás
de allí hasta que hayas pagado el último céntimo.” (Mt 5, 26),
el alma debe purificarse.
- Nuestras obras serán probadas por el fuego:
“la obra de cada cual quedará patente, la mostrará el día,
porque se revelará con fuego. Y el fuego comprobará la calidad de
la obra de cada cual. Si la obra que uno ha construido resiste,
recibirá el salario. Pero si la obra de uno se quema, sufrirá el
castigo; mas él se salvará, aunque como quien escapa del fuego.”
(1 Cor 3, 13-15)
Rezar y hacer sacrificios por los muertos
- En el Antiguo Testamento: “Y bajo la túnica
de cada muerto encontraron amuletos de los ídolos de Yamnia, que la
ley prohíbe a los judíos. Todos vieron claramente que aquella era
la razón de su muerte. Así que todos alababan las obras del Señor,
justo juez, que descubre lo oculto, e hicieron rogativas para pedir
que el pecado cometido quedara borrado por completo.” (2 Mac
12,40-42). Es santo y piadoso orar por los difuntos para que
sean liberados del pecado. confirma que incluso después de la
muerte nuestras acciones pueden ayudar a quienes se encuentran
en un estado de purificación.
- No todos los pecados llevan al infierno: “Toda
injusticia es pecado, pero hay pecado que no es de muerte.” (1 Jn
5,17)
Misa como sacrificio incruento
- Cristo se ofreció una sola vez, la misa
es participación eterna de su sacrifico: “De la misma manera,
Cristo se ofreció una sola vez para quitar los pecados de todos. “
(Hb 9, 28)
- Jesús pronunció las palabras antes de su
muerte: “Y, tomando pan, después de pronunciar la acción de
gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Esto es mi cuerpo, que se
entrega por vosotros; haced esto en memoria mía».” (Lc 22,19). Lo
que prueba que su sacrificio puede hacerse presente fuera del
tiempo.
- “Y vi en medio del trono y de los cuatro
vivientes, y en medio de los ancianos, a un Cordero de pie, como
degollado;” (Ap 5,6), ese Cordero indica que es un sacrificio
permanente y eterno.
¿La Eucaristía es solo un símbolo o
verdadero cuerpo de Cristo?
- Cuando Jesús dijo: “Mi carne es verdadera
comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe
mi sangre habita en mí y yo en él.” (Jn 6, 55-56), muchos
discípulos le abandonaron, no lo entendían, como se lee en: “Desde
entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a
ir con él.” (Jn 6, 66). Jesús no les corrigió su
interpretación.
- San Pablo avisa que hay que acceder dignamente:
“De modo que quien coma del pan y beba del cáliz del Señor
indignamente, es reo del cuerpo y de la sangre del Señor.” (1 Cor
11,27). Si fuera un símbolo daría igual.
¿Cuál es la base bíblica de la
transustanciación?
- Esa palabra no aparece en la Biblia pero sí su
contenido. Jesús no dijo esto representa mi cuerpo, sino que es
su cuerpo, (Lc 22,19).
- San Pablo afirma que es verdadero cuerpo y
sangre de Cristo: “El cáliz de la bendición que bendecimos,
¿no es comunión de la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no
es comunión del cuerpo de Cristo?” (1 Cor 10,16).
Solo los sacerdotes pueden celebrar la misa
- Aunque Jesucristo es el Sacerdote Eterno dio
participación de su sacerdocio a los apóstoles: “De aquellos
ha habido multitud de sacerdotes, porque la muerte les impedía
permanecer; en cambio, este, como permanece para siempre, tiene el
sacerdocio que no pasa. De ahí que puede salvar definitivamente a
los que se acercan a Dios por medio de él, pues vive siempre para
interceder a favor de ellos.” (Hb 7, 23-25)
- Jesús ordenó a sus apóstoles hacer eso en
memoria de Él: “Y, tomando pan, después de pronunciar la
acción de gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Esto es mi
cuerpo, que se entrega por vosotros; haced esto en memoria mía».”
(Lc 22,19)
- San Pablo habla de su sacerdocio: “...Lo
he hecho en virtud de la gracia que Dios me ha otorgado: ser
ministro de Cristo Jesús para con los gentiles, ejerciendo el
oficio sagrado del Evangelio de Dios, para que la ofrenda de los
gentiles, consagrada por el Espíritu Santo, sea agradable. (Rom
15,15-16)
¿La Iglesia primitiva celebraba misa?
- Y creía en la presencia real de Cristo en la Eucaristía.
San Ignacio de Antioquía, siglo I: “Apártense [los
docetas] también de la Eucaristía y de la oración, porque
no confiesan que la Eucaristía es la carne de nuestro Salvador
Jesucristo,…” (Carta
a los Esmirniotas 7,1-2).
- San Justino, siglo
II, describe la celebración de la misa casi igual como se
celebra hoy. (Apología 1, 65-67)
- San Ireneo, siglo II, afirmó que la Eucaristía
es el cuerpo y la sangre de Cristo y que transforma a quienes
la reciben. (Adversus Hærensis,
IV, 18,4-5)