viernes, 16 de diciembre de 2022

Vocación universal a la santidad en Cristo. Las virtudes cristianas. La vida en el Espíritu

 

    La plenitud de la vida cristiana nos lleva a la santidad, siendo la vida cristiana un seguimiento e imitación de la vida de Jesús. Todo bautizado ha de imitar a Jesucristo hasta identificar su existencia con la de Él. Este identificarse no solo es un logro más en la vida moral sino que marca la cima de la santidad 1. La imitación de Jesucristo no es una imitación exterior, afecta al hombre en su interioridad más profunda y delata la presencia operante del Espíritu Santo en nosotros 2. En consecuencia, la moral cristiana puede comunicar a la ciencia ética que la persona y la vida de Jesucristo es el prototipo de existencia.

    Esta identificación abarca los distintos ámbitos del ser espiritual, en concreto la razón, la voluntad y la vida afectiva-sentimental. La cooperación del hombre con la acción del Espíritu Santo ha de ser habitual, hasta el punto de crear hábitos en el sujeto. Esta disposición constante es la llamada virtud que es un hábito que facilita al hombre el buen obrar. La característica principal de este hábito es que debe ser continuo y no puntual: “una golondrina no hace verano”, que dijo Aristóteles.

    Santo Tomás siguió el modelo aristotélico de virtudes aplicándolo a las virtudes cristianas. Existen varias definiciones de virtud, entre las que destacan: “la virtud es una disposición habitual y firme a hacer el bien” y “la virtud es un hábito operativo bueno”. La virtud perfecciona a la persona hacia su plenitud. El hábito operativo que define a la virtud se distingue del hábito entitativo, que es propio de la naturaleza humana, por lo que no es adquisición del hombre. Se identifica el hábito entitativo con la gracia santificante. El vicio es un hábito operativo malo, es lo contrario de la virtud.

Las virtudes pueden ser clasificadas en tres grupos:

  1. Virtudes humanas, se adquieren mediante el esfuerzo humano, siempre bajo el impulso de la ayuda divina. Regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta 3.

  2. Virtudes cardinales, son como el “cardo” o quicio sobre el que se asienta el actuar moral.

    • Prudencia, indica a las demás virtudes la regla y la medida en que deben practicarse. Es discernir en toda circunstancia nuestro verdadero bien y a elegir los medios rectos para realizarlo 4.

    • Justicia, es la constante y firme voluntad de dar a cada uno lo suyo.

    • Fortaleza, en medio de las dificultades, asegura la firmeza y constancia en la búsqueda del bien. Capacita para ir hasta la renuncia y el sacrificio de la propia vida por defender una causa justa 5.

    • Templanza, modera la atracción de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados 6

  1. Virtudes teologales, propias de la moral cristiana, hacen mención directa a Dios. Son la garantía de la presencia y la acción del Espíritu Santo en las facultades del ser humano 7.

    • Fe, por la que creemos en Dios y en las verdades que Él ha revelado, según las enseñanzas dela Iglesia 8. Los objetivos de la vida de fe del creyente pueden concretarse en los cuatro siguientes: custodiar. aumentar, defender y extender la Fe.

    • Esperanza, la aspiración a la salvación eterna y la confianza durante el camino que conduce a ella 9.

    • Caridad, por la que se ama a Dios sobre todas las cosas y a los hombres por amor a Él 10. El corazón humano no es capaz de producir ese amor, sino que es una pura donación gratuita de Dios, por el Espíritu Santo.

       

Bibliografía

Fernández A., Capítulo VIII Las Virtudes, Moral Fundamental (Ediciones Rialp Madrid 102015)

S.Juan Pablo II, Encíclica Veritatis Splendor , 1993

S.Juan Pablo II, Catecismo de la Iglesia Católica, Constitución Apostólica Fidei Depositum, 1992

 


Notas

1VS 19

2VS 21

3CEC 1804

4CEC 1806

5CEC 1808

6CEC 1809

7CEC 1813

8CEC 1814-1816

9CEC 1817-1821

10CEC 1822-1829

sábado, 19 de noviembre de 2022

Clasificación de la Gracia

 

Catecismo de la Iglesia Católica, núm.1996

Nuestra justificación es obra de la gracia de Dios. La gracia es el favor, el auxilio gratuito que Dios nos da para responder a su llamada: llegar a ser hijos de Dios (cf Jn 1, 12-18), hijos adoptivos (cf Rm 8, 14-17), partícipes de la naturaleza divina (cf 2 P 1, 3-4), de la vida eterna (cf Jn 17, 3).


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sábado, 12 de noviembre de 2022

Sinópticos y Hechos de los Apóstoles

 UD.1.1. Historia del Pueblo de Israel


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UD.1.2 Jesús de Nazaret

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UD.2.1 Evangelios e historia

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UD.2.2 Origen y formación de los evangelios


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UD.2.2b Origen y formación de los evangelios

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2.3 Cuestión sinóptica

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3.1 Evangelio según San Mateo

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3.2 Evangelio según San Marcos

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3.3 Evangelio según San Lucas

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4.1 Predicación de Jesús: el Reino de Dios

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4.2 Jesús enseña a orar a los discípulos: el Padrenuestro

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4.3 Los milagros de Jesús historicidad y significado

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4.4 Quien es Jesús su resurrección

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5.1 Contenido y estructura de los Hechos de los Apóstoles

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5.2 Cuestiones generales de los Hechos de los Apóstoles

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5.3 Teología del libro

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sábado, 11 de junio de 2022

Teología Espiritual

 U.D.I.1 El método de la teología espiritual


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U.D.II.1 El misterio de Dios, fuente y fin de la vida espiritual

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U.D.II.2 Cristo, forma y plenitud de la espiritualidad cristiana

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U.D.II.3 Los lugares del Espíritu: María y la Iglesia

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U.D.III.1 La experiencia iluminativa


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U.D.III.2 La experiencia purificativa

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U.D.III.3 Las experiencia mística

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U.D.IV.1 La experiencia espiritual de la comunión y de la misión: la teología de los carismas


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U.D.IV.2 Teología de la vocación y de los estados de vida

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viernes, 18 de marzo de 2022

Corpus Joánico

 U.D.1.1 Evangelio de Juan: texto, lengua, estructura

 

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U.D.1.1b Evangelio de Juan: texto, lengua y estructura



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U.D.1.2 La "cuestión joánica"


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U.D.2.1 Teología de la revelación

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U.D.2.1b Teología de la revelación


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U.D.2.2 Exégesis de pasajes joánicos


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U.D.3.1 Las cartas de san Juan

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U.D.3.2 La primera carta de Juan


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U.D.3.3 La segunda y tercera cartas de Juan

 


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U.D.4.1 La carta de Santiago: una sabiduría cristiana

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U.D.4.2 Las cartas de san Pedro y san Judas


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U.D.5.1 Aspectos literarios y de contenido del Apocalipsis de San Juan

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U.D.5.2 Simbolismo e interpretación

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U.D.5.3 El fundamento de la bienaventuranza: presencia del Resucitado (Ap 1,9-20)


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U.D.5.4 Las cartas a las siete iglesias (Ap 2-3)


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El sueño de mi amigo Juan


Juan tuvo un sueño y esto es lo que me contó:


"Era un anfiteatro con asientos de piedra muy antiguos, había muchas personas sentadas. En la parte derecha del escenario había una puerta que comunicaba con un jardín. Parecía celebrarse una misa.


El cura titular no estaba y daba misa un cura joven con muy poca experiencia. En la parte superior del anfiteatro había una habitación con varias personas de diferente edad y condición social. Veíamos la escena desde la puerta metálica que estaba abierta. Al terminar de consagrar en lugar de dar la comunión a los asistentes, el celebrante se fue por la puerta lateral a dar la comunión a los “suscritos” (así los denominaba). Todos los presentes esperábamos que nos diera la comunión de un momento a otro, cuando terminara con los “suscritos”.


Mientras por una puerta lateral de la habitación seguían subiendo personas, una de ellas se parecía a Juan XXIII, anciano y un poco nervioso por lo que estaba pasando. Dos de los asistentes, cercanos al escenario, se pusieron unas ropas de ceremonia (parecida a los sacerdotes judíos) y machacaban en sendos morteros la Eucaristía. Algún trozo se calló al suelo y simplemente lo barrieron con una escoba.


Bajé a ver si podían darme la comunión. A mitad de camino un amigo, A.Z., me dice que él me la puede dar. Del suelo coge unas briznas de Eucaristía coge una lata metálica con agua y ahí me las da. Se convierten en un gel. Cojo la lata y veo que su interior estaba muy sucio: pequeñas navajas, tapones de plástico, piedras, bombillas pequeñas. Con paciencia fui quitándoles uno a uno. Mi amigo A.Z. me llamó la atención diciendo que quitara la suciedad interior de la lata en otra parte, que estaba “levantando un escándalo”. Cogí con dos dedos el gel del interior de la lata y mirando fijamente y con mucha devoción dije: “Jesucristo, creo que estás realmente presente” y lo tomé. Sin embargo mi preocupación era saber donde dejar la lata y si contenía un poco de gel que hacer con él."


Amigo Juan mejor que cenes menos para que tengas sueños más agradables…..

martes, 8 de febrero de 2022

Matrimonio y Orden Sacerdotal

El ministerio ordenado en la Iglesia


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El ministerio ordenado en la Sagrada Escritura


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El ministerio ordenado en la Tradición y en los Padres de la Iglesia


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El ministerio ordenado en la escolástica, en los
reformadores cismáticos y en el Concilio de Trento


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El ministerio ordenado en el concilio Vaticano II
y en los documentos posteriores


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El ministerio ordenado en la Iglesia como
presencia sacramental de Cristo Pastor


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Rito de ordenación. Carácter sacramental.
Diversidad de ministerios


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Funciones ministeriales. Espiritualidad sacerdotal

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El matrimonio en el contexto actual


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El matrimonio en el plan originario del Creador


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El matrimonio en la historia de la salvación


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El matrimonio, sacramento cristiano


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Las propiedades esenciales del matrimonio:
comunión fiel, exclusiva e indisoluble

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Las propiedades esenciales del matrimonio:
comunión fecunda


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Matrimonio, familia y sociedad

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La vida del matrimonio en la Iglesia

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