Padrenuestro
- “La oración dominical es, en verdad, el resumen de todo el Evangelio” (Tertuliano, or. 1)
(n.b. oración dominical= Padrenuestro)
- En ella, no sólo pedimos todo lo que podemos desear con rectitud, sino además según el orden en que conviene desearlo. De modo que esta oración no sólo nos enseña a pedir, sino que también forma toda nuestra afectividad (Santo Tomás de A., s. th. 22, 83. 9).
- En el Padrenuestro hay siete peticiones en orden a su importancia que deben ordenar nuestra voluntad. Tres son teologales, nos atraen hacia la Gloria del Padre; las cuatro últimas, como caminos hacia Él, ofrecen nuestra miseria a su Gracia. (CEC, 2804-2805)
- Jesús no nos deja una fórmula para repetirla de modo mecánico:
Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso (Mt. 6,7)
- Las primeras comunidades recitan la Oración del Señor “tres veces al día” (Didaché 8, 3)
Padre
nuestro
Es una invocación al Padre, cuyo Hijo Jesucristo es la imagen de Él ante el hombre
Somos hijos de Dios, al orar estamos en comunión con el Padre y con Cristo
Nuestra adopción por el Padre exige una conversión continua y una vida nueva
Al llamarlo Padre intentamos asemejarnos a Jesucristo cuando se dirigía a Él como Abba
La palabra “nuestro” no significa posesión sino la relación nueva con Él, de forma comunitaria, es una realidad común para la comunidad cristiana. Abandonar el egoísmo.
“La multitud de creyentes no tenía más que un solo corazón y una sola alma” (Hch 4, 32).
Que estás en el cielo
El cielo se refiere al Reino de Dios que trajo Jesucristo, es nuestro destino y es donde habita Dios.
La casa del Padre es nuestra “patria” de donde nos alejamos cuando pecamos.
- Valorar más lo espiritual y no dejarse arrastrar por lo material.
Santificado sea Tu nombre
1ª petición teologal que nos acerca a la Gloria del Padre.
Reconocemos a Dios como Santo (Kadosh), es persona no una idea o una cosa
Venga a nosotros Tu Reino
2ª petición teologal que nos acerca a la Gloria del Padre.
El Reino de Dios significa Cristo en persona, es el deseo de retorno de Cristo para implantar definitivamente el Reino lo que nos hace estar atentos y en velar cuidando de las cosas terrenales.
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo
3ª petición teologal que nos acerca a la Gloria del Padre.
Su voluntad es que todos los hombres se salven y que amemos al prójimo
Unidos a Cristo formamos un solo espíritu cumpliendo Su voluntad tanto en la tierra como en el cielo
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- A partir de aquí comienzan cuatro peticiones para superar las “pruebas” que recibe el hombre en su existencia.
- Para ayudarnos en su significado nos podemos iluminar con las tres tentaciones (pruebas) que superó Jesucristo en el desierto
Danos hoy nuestro pan de cada día
1ª tentación: “Si eres el Hijo de Dios, ordena a estas piedras que se conviertan en pan.” (Mt.4,3)
Esta tentación se refiere a los deseos de la carne, Jesucristo tiene hambre y el diablo le tienta. Jesucristo le responde con una frase de la Escritura, Dt 8,3, “No solo de pan vive el hombre”
No solo de pan vive el hombre sino también de la Palabra de Dios, Jesucristo es la Palabra del Padre
Alusión a la Eucaristía, recibir a Jesucristo presente en ella, alimenta nuestra alma
- También a compartir con los pobres y necesitados
Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a quien nos ofende
El diablo lo lleva a la parte más alta del Templo.
2ª tentación: “Si eres el Hijo de Dios, tírate abajo” (Mt. 4, 5-7)
Se refiere al orgullo de la vida, el diablo usa un versículo de la Escritura (Salmo 91) y Jesucristo le responde con otro que dice lo contrario (Dt. 6,16), afirmando que está mal que Él abuse de sus propios poderes.
Nuestra humildad y el perdón a los demás es lo que nos libra de esta tentación y abre el camino hacia la Voluntad de Dios
No nos dejes caer en la tentación
El diablo lo lleva a una montaña muy alta, desde donde veía todos los reinos del mundo
3ª tentación: “Todo esto te daré si te postras y me adoras” (Mt. 4, 8-10)
Se refiere a la codicia de los ojos. El diablo le promete un camino rápido para ser Mesías, sin pasar por la muerte y crucifixión. Le promete todo a cambio de la lealtad de Jesucristo.
Ante nuestros deseos de gloria y poder mundanos hay una realidad que los supera: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él” , (Dt, 6,13)
Y líbranos del mal
Dios perdona nuestros pecados pero también nos protege contra el maligno. Con esta frase apelamos a su Gracia para librarnos de las astucias del diablo.
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