Concurso de literatura cárcel de Albolote
Un día de cada día en Albolote
Por Tilo Krânzler, módulo 7 (*)
(Tercer premio)
Corriendo durante la lluvia.
Llegando puntualmente en la entrada.
El cielo está negro de su tristeza.
La cola es larga ya.
Huele a sudor y miedo.
Niños llorando.
Una niña de 4 años, con su osito en la mano, no para de llamar "¡Papá!"... "!Papá!", "¿Dónde está mi papá?".
Su madre vaciando bolsas de ropa en una mesa, bajo los ojos de una guardia.
En la esquina 2 guardias con "cara de mala leche" fijándose los culos de dos mujeres. "Buenas tetas", "que trasero", gritos.
Un perro circulando a una distancia de 10 cm de las caras de los niños asustados ¿¡Gente gentuza, criminales, asesinos, violadores!?.
-¡No!
Solo familias, de camino a visitar a sus padres, hermanos, amigos.
Escucho los radios de los guardias.
Un niño se ha meado encima.
Ordenes.
Empieza el control.
Siempre llegan y empiezan tarde.
Se nota que les encanta su trabajo.
Todo en el nombre de la ley.
¿Pero que me interesa eso?
Soy una niña de once años.
Lo único que quiero es ver a mi papa.
Él está aquí,... me lo han dicho.
Todo pintado en gries y verde.
Al final del pasillo largo veo a él.
Él vale la pena por todo que me están haciendo aquí.
Allí está él...un hombre con ojeras, tristeza en la cara, pero una sonrisa y un brillo en sus ojos marrones...mi papá.
27 meses sin condena.
27 meses sin estar con su familia.
Ha perdido 2 de mis cumpleaños y muchos momentos importantes de mi vida.
Esto no se llama crimen a la humanidad.
Noto sus abrazos y besos.
¿Cómo puedo entender a los adultos?
Soy solo una niña de 11 años, cual quiere estar con sus padres.
Ellos son mi vida y ellos me importan.
Un día de cada día, de cualquier familia en Albolote.
(*) Copiado de forma íntegra desde un manuscrito del autor. El autor ha autorizado que se publique en este blog.
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